12 Nov ¿Diversificas tus fuentes de disfrute o dependes sólo de una? la clave está en la variedad
En la vida cotidiana, es común escuchar frases como “mi trabajo es mi vida”, “disfruto sólo con mis hijos”, “no sé salir sin mi pareja” o “sólo me lo paso bien haciendo deporte”, por poner algunos ejemplos. Aunque estas afirmaciones pueden sonar románticas o comprometidas, también encierran un riesgo psicológico importante: depositar todo el bienestar y el tiempo de esparcimiento en un área reducida de la vida.
Son muchos los estudios que avalan la importancia de contar con una variedad de actividades disponibles para el tiempo libre. Quienes poseen un abanico amplio de opciones recreativas tienen más facilidad para reemplazar una actividad por otra si no pueden realizar la primera. Además, la diversidad de actividades contribuye a prevenir el aburrimiento y el sentimiento de saturación o empacho emocional, es decir, este hecho por el que una actividad que antes resultaba placentera pierde su atractivo con el tiempo. Este fenómeno puede afectar al estado de ánimo, por eso, contar con distintas opciones de ocio es un recurso protector del bienestar personal (Carballo, 2023).
Participar en una variedad de actividades placenteras satisface la necesidad humana de novedad y estimulación, lo que favorece la resiliencia emocional, potencia estrategias de afrontamiento más adaptativas y mejora la atención (Ong y Lee, 2023).
Un estudio con más de 3.700 adultos mayores encontró que cuanta mayor diversidad de actividades de ocio se realizaba, menor era su riesgo de depresión. Los investigadores explican que estas actividades pueden fortalecer la salud mental al fomentar la autoeficacia, brindar oportunidades de socialización y apoyo, y ayudar a distraer la mente de pensamientos negativos o estresantes (Wang et al., 2024).
¿QUÉ SIGNIFICA DIVERSIFICAR LAS FUENTES DE DISFRUTE?
Diversificar las fuentes de disfrute es, en esencia, tener múltiples espacios, actividades o relaciones de donde se obtiene placer, satisfacción, sentido o bienestar. Pueden ser aficiones, amistades, proyectos personales, actividades creativas, voluntariado, deportes, espiritualidad, etc.
No se trata de restarle importancia a lo que más valoramos, sino de no poner todos los huevos en la misma cesta emocional.
¿QUÉ PASA CUANDO SOLO TIENES UNA FUENTE DE DISFRUTE?
Cuando centramos nuestra vida emocional en una sola fuente de disfrute como puede ser, por poner algunos ejemplos, el deporte, centrarse en un único arte, o las excursiones, o incluso el trabajo y un largo etcétera, podemos experimentar:
- Vulnerabilidad emocional: si esa única fuente falla o no está disponible, esto puede resultar abrumador. Un despido, una ruptura amorosa, el «nido vacío», una lesión física o una enfermedad, pueden dejarte sin opciones para el disfrute.
- Identidad limitada: al reducir el número de actividades de ocio, puedes perder contacto con otras características en relación con la identidad que probablemente desconoces.
- Altas expectativas sobre la actividad favorita: si eliges siempre la misma actividad, es probable que proyectes expectativas muy altas sobre ella. Esto puede llevar a la frustración cuando realizarla no sale como esperabas.
- Estancamiento emocional: el bienestar humano se nutre de la variedad. Si no hay novedad, exploración o crecimiento en distintas áreas, es fácil caer en la rutina, el aburrimiento o la desmotivación.
BENEFICIOS DE TENER MÚLTIPLES FUENTES DE DISFRUTE
- Mayor resiliencia emocional: si una actividad te aburre, otras pueden seguir sosteniendo tu disfrute, acumulando más recursos para recuperarte emocionalmente.
- Mayor riqueza personal: explorar distintas pasiones, vínculos y actividades te ayuda a conocerte mejor y desarrollar nuevas habilidades.
- Reducción del estrés: tener diversas espacios o áreas de desconexión y placer, actúa como un amortiguador del estrés crónico.
- Reduce el riesgo de depresión: impide la monotonía y mejora el estado de ánimo.
- Relaciones más sanas: al no depender emocionalmente de una sola persona o ámbito, se fomenta la autonomía y la reciprocidad en las relaciones.
¿CÓMO EMPEZAR A DIVERSIFICAR?
No necesitas hacer cambios drásticos. Puedes empezar poco a poco:
- Retoma o inicia una afición que siempre te interesó.
- Reconecta con amistades o haz nuevas.
- Dedica tiempo a estar contigo mismo sin un objetivo productivo.
- Conecta con la naturaleza.
- Involúcrate en causas o proyectos que te inspiren.
- Explora nuevas formas de creatividad o aprendizaje.
UNA REFLEXIÓN FINAL
El bienestar emocional no depende de grandes logros ni de vínculos perfectos, sino de una vida equilibrada, rica y variada. Amar profundamente tu trabajo, tu familia o tu pareja es estupendo, pero no te olvides de cultivar otras parcelas de tu mundo interior.
Explorar distintas fuentes de disfrute no solo eleva tu felicidad, sino que también te hace más resiliente y menos dependiente de que todo esté bien en un solo aspecto de tu vida. Qué poderosa resulta la idea de fortalecerte dedicando tiempo a lo que te gusta. El mundo está lleno de actividades que pueden enriquecer tu día a día, y te están esperando. ¿Te animas a descubrir alguna nueva?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Carballo, A. (2023). Efectos del ocio sobre la salud física y mental. UIC Universitat Internacional de Catalunya. https://actualitat.uic.es//sites/default/files/2024-04/Informe_Efectos_del_ocio_sobre_la_salud_fisica_y_mental_Abril2024.pdf
Ong, A. D., y Lee, S. (2023). Variety in Pleasant Activities is Associated with Improved Mental Health: Evidence from Two National Samples of U.S. Adults. Affective science, 5(2), 90–98. https://doi.org/10.1007/s42761-023-00225-x
Wang, Y., Wu, Y., Xu, Q., Fan, S., Hu, J., Zou, D., y Zhang, X. (2024). The impact of positive activities on mental health: the mediating role of positive emotion. Frontiers in public health, 12, 1474544. https://doi.org/10.3389/fpubh.2024.1474544