El síndrome del cuidador quemado

El síndrome del cuidador quemado

Con frecuencia, aquellos responsables del cuidado de personas dependientes experimentan niveles significativos de agotamiento, tanto físico como mental, fenómeno conocido como el síndrome del cuidador quemado o burnout. En este artículo, se explorará la identificación temprana de los síntomas del burnout en cuidadores, junto con estrategias de apoyo y prevención dirigidas a aquellos más propensos a experimentarlo.

Aunque el burnout en cuidadores se asoció inicialmente con las profesiones del sector salud, se ha demostrado que este síndrome puede afectar a cualquier individuo que asuma responsabilidades de cuidado hacia personas con niveles elevados de dependencia. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, la tarea de cuidar se vincula con una carga emocional intensa y niveles elevados de estrés que pueden agotar los recursos personales de los cuidadores.

Por lo general, los cuidadores informales son familiares que se encargan de atender las necesidades cotidianas de aquellos que no pueden realizar por sí mismos las actividades básicas de la vida diaria, ya sea debido a discapacidades físicas o mentales. De esta manera, el síndrome del cuidador quemado puede manifestarse en las personas a cargo de individuos con diversos cuadros clínicos, siendo común en familiares de personas con demencia, enfermedades crónicas, daño cerebral adquirido o trastornos del neurodesarrollo, como el trastorno del espectro autista.

Es común que los cuidadores de personas con dependencia asuman esa carga en silencio, ya que pueden sentir que la tarea de cuidar es su deber y experimentar sentimientos de culpa y miedo a ser juzgados si expresan su agotamiento o frustración. De esta manera, tienden a descuidar sus propias necesidades y a postergar sus proyectos personales. Además, es frecuente que experimenten aislamiento familiar y social, y que dejen de lado el ocio para dedicarse a tiempo completo al cuidado de la persona dependiente, lo que puede tener repercusiones significativas sobre su salud física y mental.

Síntomas

Las personas con síndrome del cuidador quemado pueden experimentar:

  • Estrés
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Cansancio físico y/o emocional
  • Dificultad de concentración
  • Irritabilidad
  • Insomnio
  • Dificultad para relajarse
  • Palpitaciones
  • Cambios en el apetito
  • Mayor vulnerabilidad a enfermarse
  • Sensación de desesperanza
  • Pérdida de interés en actividades que anteriormente disfrutaba

 

Es fundamental reconocer las señales del síndrome de burnout en cuidadores para proporcionar un apoyo adecuado a aquellas personas que, con frecuencia, descuidan su propio bienestar. En este sentido, es esencial priorizar la implementación de medidas preventivas e intervenciones a nivel individual, familiar, laboral y social con el objetivo de «cuidar a quienes cuidan».

Una manera efectiva de ayudar a personas cercanas que podrían estar experimentando el síndrome del cuidador quemado es validar sus necesidades. Es crucial que estas personas reconozcan su derecho a sentirse cansadas o frustradas, ya que la tarea de cuidado implica un esfuerzo significativo, especialmente cuando se prolonga en el tiempo. En este contexto, abordar los sentimientos de culpa se convierte en una parte fundamental de la prevención e intervención del síndrome.

Además, se puede brindar soporte mediante la creación de redes de apoyo en las cuales el cuidador principal pueda solicitar ayuda a otros miembros de la familia o amigos para compartir la tarea del cuidado y delegar por momentos la responsabilidad. De igual manera, es esencial ayudar al cuidador a mantener una buena alimentación, hábitos de autocuidado y reforzar los espacios destinados para dedicarse tiempo a sí mismo y a sus actividades de ocio preferidas.

Otra alternativa es instruir a los cuidadores para que fomenten, en la medida de lo posible, la autonomía de la persona dependiente, así como proporcionándoles herramientas para gestionar su tiempo de manera más eficiente.

Un estudio realizado en España por Roca (2003) reveló que los grupos de apoyo pueden reducir la probabilidad de que el cuidador experimente síntomas de depresión, ansiedad y desgaste. Estos grupos ofrecen un espacio donde compartir experiencias con personas en situaciones similares y recibir orientación multidisciplinaria por parte de profesionales de la salud. Por lo tanto, animar a los individuos en riesgo también puede ser una opción valiosa para prevenir o combatir el síndrome del cuidador quemado.

 

Fabiana Palacios Vázquez

 

Referencias

Arias-Gallegos, W., Cahuana-Cuentas, M., Ceballos-Canaza, K. & Caycho-Rodríguez, T. (2019). Síndrome de Burnout en Cuidadores de Pacientes con Discapacidad Infantil. Interacciones, 5(1), 7-16. doi: 10.24016/2019.v5n1.135

Martínez Pizarro, Sandra. (2020). Síndrome del cuidador quemado. Revista Clínica de Medicina de Familia, 13(1), 97-100. Epub 20 de abril de 2020. Recuperado en 23 de febrero de 2024, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1699-695X2020000100013&lng=es&tlng=es.

Ramos, E. C. (2017b, febrero 14). Prevalencia del síndrome de sobrecarga y sintomatología ansiosa depresiva en el cuidador del adulto mayor. https://psicologiaysalud.uv.mx/index.php/psicysalud/article/view/2436

Roca M., M. (2003). ¿Quién cuida al cuidador? Informaciones Psiquiátricas (2º trimestre), 172. Disponible en línea: http://www. revistahospitalarias.org/info_2003/02_172_14.htm.