¿Por qué recordamos más lo malo que lo bueno? Reentrenando tu cerebro para la resiliencia

Sesgo de Negatividad: Reentrenar tu Cerebro para la Resiliencia

¿Por qué recordamos más lo malo que lo bueno? Reentrenando tu cerebro para la resiliencia

¿Por qué recordamos más lo malo que lo bueno? Reentrenando tu cerebro para la resiliencia

La mente humana tiene una inclinación natural a recordar con mayor intensidad las experiencias negativas que las positivas. Este fenómeno, conocido como sesgo de negatividad o ‘negativity bias’, tiene raíces evolutivas: nuestros ancestros necesitaban prestar más atención a los peligros para sobrevivir. Sin embargo, en el mundo moderno, esta tendencia puede convertirse en un obstáculo para nuestro bienestar. La buena noticia es que podemos reentrenar tu cerebro para equilibrar esta percepción y cultivar la resiliencia emocional.

El sesgo de negatividad: Una herramienta evolutiva en el presente

El sesgo de negatividad se refiere a la tendencia del cerebro a enfocarse y almacenar más profundamente los eventos negativos que los positivos. Por ejemplo, recibir una crítica puede tener un impacto emocional mucho más fuerte que recibir un cumplido, incluso si ambos eventos tienen la misma intensidad.

Desde una perspectiva evolutiva, esto tenía sentido: los humanos que detectaban peligros o amenazas y respondían rápidamente eran más propensos a sobrevivir. Sin embargo, en nuestra vida cotidiana actual, esta predisposición puede hacernos sentir desproporcionadamente abrumados por los problemas y restar importancia a los logros o momentos de alegría.

Cómo impacta el sesgo de negatividad en nuestra vida diaria

Relaciones personales: Podemos quedarnos más tiempo pensando en un desacuerdo que disfrutando de momentos felices con nuestros seres queridos.
Autoestima: Los fracasos o errores tienden a eclipsar nuestros éxitos.
Salud mental: Una acumulación de pensamientos negativos puede contribuir al estrés, la ansiedad o la depresión.
Aunque este sesgo es automático, no es inmutable, podemos entrenar nuestra mente para equilibrar su percepción.

Reentrenando tu cerebro hacia el equilibrio

La resiliencia emocional se construye cambiando activamente nuestra forma de interpretar y recordar los eventos. Aquí hay algunas estrategias que puedes usar para contrarrestar el sesgo de negatividad:

1. Crea “bancos de experiencias positivas”

Nuestro cerebro necesita entrenamiento constante para registrar momentos positivos. Una forma práctica es llevar un diario de experiencias positivas, pero no solo para escribir, sino también para releer en momentos difíciles. Cada vez que registras un buen momento, le das a tu cerebro el espacio para revivirlo y fortalecer esa conexión.

2. Toma “microdescansos emocionales”

Incorpora pausas conscientes durante tu día para practicar la atención plena o simplemente recordar algo que te hizo feliz. Estas pequeñas interrupciones son como mini-ejercicios de gimnasio para tu mente, que fortalecen la capacidad de reorientarte hacia lo positivo en situaciones estresantes.

3. Aprende de la narrativa personal

Todos somos narradores de nuestras vidas. Cuando algo negativo ocurre, intentamos dar sentido a la experiencia, pero a menudo creamos narrativas cargadas de juicio o dramatismo. Cambiar el lenguaje con el que cuentas tu historia puede ayudarte a reinterpretar tus experiencias. Por ejemplo, en lugar de decir “Fallé porque no soy lo suficientemente bueno”, prueba “Aprendí qué mejorar para la próxima vez”.

4. Utiliza anclas visuales

Coloca en tu entorno objetos que te recuerden momentos o logros positivos, como fotos, notas o símbolos. Estos anclas visuales son potentes disparadores que te ayudan a enfocarte en lo bueno, especialmente en días difíciles.

5. Integra las emociones positivas a nivel físico

Una estrategia novedosa es el uso de técnicas basadas en la somática, como conectar la emoción positiva con una sensación física. Por ejemplo, cuando te sientas feliz, identifica dónde lo sientes en tu cuerpo (quizás una calidez en el pecho) y haz una pausa para enfocarte en esa sensación. Esto crea una conexión más profunda entre tu mente y tu cuerpo, reforzando la experiencia positiva.

Una conclusión transformadora: Haz el sesgo de negatividad tu aliado

En lugar de luchar contra el sesgo de negatividad, aprende a usarlo a tu favor. Si bien el cerebro tiende a recordar lo malo, también significa que puedes aprovechar las emociones intensas de una experiencia negativa para transformarlas en lecciones o catalizadores de cambio.

Por ejemplo, una crítica laboral puede convertirse en una oportunidad para destacar en una próxima tarea. Un desacuerdo en una relación puede abrir la puerta a conversaciones más profundas y una mayor comprensión mutua. En este sentido, no solo se trata de “contrarrestar lo malo” con lo bueno, sino de redirigir esa energía hacia algo significativo.

Finalmente, recuerda que no buscamos eliminar lo negativo, sino equilibrarlo. Esto no solo te permitirá vivir con mayor tranquilidad, sino que te ayudará a aprovechar lo mejor de cada experiencia, incluso las difíciles. Tu cerebro es como un jardinero: decide conscientemente qué semillas regar, y verás florecer lo positivo.

Autora: Paula Montalvillo Garañeda

Psytel. Psicólogos Especialistas. Expertos en salud mental.

Somos uno de los principales centros de psicología de Madrid. Tenemos una gran variedad de áreas de intervención para ayuda psicológica en cualquier materia.

Aplicamos tratamientos científicamente validados que han demostrado su eficacia a lo largo de los años.

La psicoterapia que realizamos es una ayuda garantizada en la superación de los diferentes problemas y en la modificación de pensamientos o comportamientos disfuncionales.