Trastorno Límite de la Personalidad: complejidad, variabilidad y construcciones sociales

Trastorno Límite de la Personalidad: complejidad, variabilidad y construcciones sociales

El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), también conocido como Trastorno Borderline, se caracteriza por una marcada inestabilidad emocional, en la autoimagen y en las relaciones interpersonales. Las personas con TLP tienden a experimentar emociones intensas y cambiantes, lo que puede llevar a comportamientos impulsivos y a dificultades para mantener relaciones estables.

Los principales síntomas del TLP incluyen:

  1. Miedo intenso al abandono: Las personas con TLP suelen tener un temor constante a ser rechazadas o abandonadas, lo que puede llevar a esfuerzos desesperados para evitar que esto ocurra.
  2. Relaciones interpersonales inestables: Las relaciones con los demás suelen oscilar entre la idealización extrema y la devaluación, lo que puede hacer que sean conflictivas o intensas.
  3. Problemas con la identidad: Tienen una imagen de sí mismas inestable, lo que puede afectar su sentido de propósito o dirección en la vida.
  4. Impulsividad: Esto puede manifestarse en conductas autodestructivas, como abuso de sustancias, conductas sexuales de riesgo, compras compulsivas, entre otras.
  5. Cambios emocionales extremos: Las personas con TLP pueden experimentar cambios rápidos y extremos en sus emociones, como pasar de la tristeza intensa a la irritabilidad o la ansiedad en muy poco tiempo.
  6. Conductas autolesivas: Algunas personas con TLP pueden recurrir a la autolesión o amenazas de suicidio como una forma de lidiar con sus emociones.
  7. Sensación crónica de vacío: Pueden sentir que están vacíos o que no tienen un propósito en la vida.
  8. Dificultades con el control de la ira: Suelen experimentar episodios de ira intensa o inapropiada, lo que puede provocar conflictos.

El TLP es un trastorno complejo que suele requerir tratamiento a largo plazo, el cual puede incluir psicoterapia. No obstante, no todas las personas con TLP presentan los mismos síntomas ni éstos se manifiestan de manera idéntica. Existen tantas variaciones como síntomas y no siempre predominan los mismos en todos los casos.

En los últimos años, el TLP ha captado la atención de numerosos profesionales de la salud mental y ha ganado protagonismo. Esto se debe a que la delimitación de este trastorno es algo difusa y difícil de diagnosticar.

Algunas autoras, como Shaw y Proctor (2005) sostienen que este diagnóstico, al igual que otros, es una construcción social y cultural. Por lo tanto, se establece en torno a unas expectativas y unos principios de “normalidad” que influyen en la forma de evaluar el comportamiento de aquellas personas que cumplen con los síntomas de esta patología.

Nuestra cultura, en general marcada por las expectativas de género, provoca que se ubique a las mujeres en ámbitos como la “emocionalidad”, la “irracionalidad”, la “histeria” o la “locura”, sobre todo cuando no cumplen con los mandatos socialmente establecidos de feminidad. Esto parece contribuir al sobrediagnóstico de este trastorno.

De ahí que nos preguntemos: ¿Está de alguna manera el TLP convirtiéndose en el cajón desastre de las psicopatologías?

 

Autora: Irene Estrella Gil-Nagel, alumna de Psytel

 

Referencias bibliográficas:

American Psychological Association. (2020). Publication Manual of the American Psychological Association: The Official Guide to APA Style

Fernández-Guerrero, M. J. (2017). Los confusos límites del trastorno límite. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 37(132), 399-413. https://doi.org/10.4321/s0211-57352017000200005

Shaw, C. & Proctor, G. (2005). Women at the Margins: A Critique of the Diagnosis of Borderline Personality Disorder. Feminism & Psychology, 15, 483-490. https://doi.org/10.1177/0959-353505057620