¿Es realmente posible “cambiar de mentalidad”? la neuroplasticidad y cómo construir nuevos hábitos

La idea de que “las personas no cambian” ha sido una creencia popular durante mucho tiempo. Sin embargo, la ciencia de la neuroplasticidad nos demuestra que nuestro cerebro tiene una asombrosa capacidad para adaptarse, aprender y evolucionar a lo largo de la vida. ¿Qué significa esto en la práctica? Que no solo es posible cambiar de mentalidad, sino que también podemos construir nuevos hábitos y patrones que nos acerquen a nuestros objetivos.

¿Qué es la neuro plasticidad?

La neuro plasticidad es la capacidad del cerebro para reorganizarse formando nuevas conexiones neuronales. En palabras simples, es la forma en que nuestro cerebro se adapta y cambia en respuesta a nuestras experiencias, pensamientos y acciones. Este proceso ocurre tanto a nivel estructural (cómo se conectan las neuronas) como funcional (cómo trabaja el cerebro).

Anteriormente se pensaba que el cerebro dejaba de cambiar después de la infancia, pero investigaciones recientes han demostrado que esta flexibilidad persiste durante toda la vida. Por ejemplo, al aprender una nueva habilidad o idioma, o al superar un hábito negativo, estamos ejerciendo nuestra capacidad de neuroplasticidad.

Cómo afecta nuestra mentalidad al cerebro

Nuestra mentalidad, es decir, el conjunto de creencias y actitudes que tenemos sobre nosotros mismos y el mundo, puede influir directamente en cómo funciona nuestro cerebro. Por ejemplo, Carol Dweck, psicóloga de Stanford, desarrolló el concepto de «mentalidad fija» (creer que nuestras habilidades son innatas e inmutables) y «mentalidad de crecimiento» (creer que podemos desarrollar habilidades con esfuerzo y aprendizaje).

La investigación ha demostrado que las personas con una mentalidad de crecimiento son más propensas a enfrentarse a los desafíos, aprender de los errores y perseverar. Esto no solo afecta su éxito personal, sino también la forma en que sus cerebros se reconfiguran con el tiempo.

Claves para aplicar la neuroplasticidad en el día a día

Cambiar de mentalidad o construir un nuevo hábito no ocurre de la noche a la mañana. Sin embargo, con práctica constante y estrategias adecuadas, puedes aprovechar la neuroplasticidad para transformar tu vida. Aquí tienes algunas claves:Repite para construir conexiones nuevas

El cerebro aprende a través de la repetición. Cuanto más practiques un nuevo hábito o pensamiento, más fuerte será la conexión neuronal asociada. Por ejemplo, si quieres ser más agradecido, anota tres cosas positivas al final de cada día. Con el tiempo, esta práctica entrenará a tu cerebro para enfocarse en lo positivo de manera natural.

Sal de tu zona de confort

Aprender algo nuevo o enfrentarte a retos desconocidos estimula el cerebro y fomenta la formación de nuevas conexiones. Aunque al principio pueda ser incómodo, este esfuerzo es clave para la transformación personal. Piensa en actividades como aprender un instrumento, iniciar una rutina de ejercicio o practicar un idioma.

Cambia tu lenguaje interno

El modo en que te hablas a ti mismo influye en tu mentalidad y, por ende, en tu cerebro. Sustituye frases como “No puedo” por “Estoy aprendiendo” o “Soy malo en esto” por “Aún no lo domino, pero mejoraré con práctica”. Este cambio refuerza una mentalidad de crecimiento.

Celebra cada paso, incluso las recaídas

El proceso de cambio no es lineal. Habrá días en los que retrocedas o recaigas en viejos hábitos. En lugar de castigarte, reconoce que estas recaídas son parte del aprendizaje. Cada esfuerzo por retomar el camino refuerza las conexiones neuronales y te acerca a tus objetivos. ¡Celebra incluso los pequeños avances!

Acepta los errores como parte del aprendizaje

Cada vez que fallas y te esfuerzas por intentarlo de nuevo, tu cerebro está aprendiendo. Este proceso fortalece las conexiones neuronales relacionadas con la resiliencia y la resolución de problemas. Recuerda: el error no es el fin, sino una oportunidad de crecimiento.

Rodéate de un entorno que favorezca el cambio

El contexto que te rodea tiene un impacto en tus hábitos y mentalidad. Por ejemplo, si quieres adoptar un estilo de vida más saludable, rodearte de personas que compartan ese objetivo puede facilitar el proceso. Del mismo modo, elimina distracciones o desencadenantes que dificulten el cambio.

La paciencia es clave

Es importante recordar que cambiar de mentalidad o establecer nuevos hábitos no es un proceso inmediato. La neuroplasticidad requiere tiempo y constancia. Al igual que un músculo, el cerebro necesita ejercicio regular para fortalecerse.

Cada pequeño paso que des está contribuyendo a una transformación más grande. Con esfuerzo sostenido, puedes entrenar a tu cerebro para pensar de manera diferente, actuar con confianza y construir una versión de ti mismo más alineada con tus objetivos y deseos.

El cambio está en tus manos

La neuro plasticidad nos recuerda que nunca es demasiado tarde para reinventarnos. Nuestro cerebro es maleable y está listo para adaptarse a nuevas experiencias, siempre que le demos la oportunidad. Así que, la próxima vez que sientas que estás atrapado en un hábito o mentalidad negativa, recuerda: el cambio es posible y comienza con un simple paso hacia adelante.

Autor: Paula Montavillo Garañeda