Masculinidad y salud mental: Rompiendo el silencio

Malestar emocional masculino: Rompiendo el Silencio

Masculinidad y salud mental: Rompiendo el silencio

La salud mental de los hombres es un tema que ha comenzado a ganar visibilidad en los últimos años, pero sigue cargado de estigmas y barreras. Muchos hombres han aprendido desde pequeños que “los hombres no lloran”, que deben ser fuertes, resolver sus problemas solos y evitar mostrar vulnerabilidad. Este aprendizaje temprano, enmarcado en los roles tradicionales de género, puede condicionar su desarrollo emocional e interferir con la capacidad de pedir ayuda ante el sufrimiento psicológico. 

¿Por qué cuesta tanto hablar de lo que sienten?

Desde una perspectiva psicológica, los hombres socializados bajo el paradigma de la “masculinidad hegemónica” tienden a desarrollar mecanismos de defensa como la represión emocional o la negación del malestar. Estos mecanismos, aunque funcionales en un primer momento, a largo plazo pueden cronificar el sufrimiento y generar sintomatología diversa, desde síntomas somáticos hasta conductas externalizantes.

A menudo, lo que en mujeres podría presentarse como ansiedad o tristeza, en hombres puede expresarse mediante irritabilidad, abuso de sustancias, aislamiento o conductas de riesgo. Esto puede dificultar el reconocimiento clínico del problema, tanto por parte del propio paciente como del entorno profesional o familiar.

Factores que influyen en el malestar emocional masculino

Algunos de los factores que contribuyen al malestar emocional masculino son:

  • Dificultades en la identificación emocional (alexitimia): comúnmente observada en consulta, y relacionada con una educación emocional deficitaria.
  • Presión por desempeñar roles tradicionales: como el de «proveedor», lo cual puede generar un conflicto interno cuando las circunstancias no permiten sostener ese ideal.
  • Miedo al juicio o al rechazo: especialmente ante la expresión de emociones como el miedo, la tristeza o la fragilidad.
  • Ausencia de espacios relacionales donde expresarse sin ser cuestionados.
  • Experiencias traumáticas no reconocidas ni abordadas clínicamente.

Además, desde un enfoque interseccional, es necesario reconocer que la experiencia de la masculinidad no es homogénea. Factores como la clase social, el origen cultural o la orientación sexual intersectan con el género, generando múltiples formas de vulnerabilidad. Por ejemplo, hombres migrantes o LGTBI+ pueden enfrentar formas de discriminación que agravan el malestar y dificultan el acceso a recursos de apoyo emocional.

¿Cómo se manifiesta el malestar emocional masculino?

Desde la práctica clínica, es habitual encontrar que muchos hombres acuden a consulta por síntomas somáticos (dolores musculares, fatiga, alteraciones del sueño), sin vincularlos inicialmente con un origen psicológico. También se observa una tendencia a llegar a terapia en fases avanzadas del malestar, cuando ya hay una afectación significativa en el área laboral, social o familiar.

Entre las manifestaciones más frecuentes destacan:

  • Aislamiento progresivo y dificultad para mantener vínculos afectivos.
  • Cambios en la conducta alimentaria o del sueño.
  • Irritabilidad, agresividad o impulsividad.
  • Abuso de alcohol u otras sustancias como vía de regulación emocional.
  • Pensamientos recurrentes de inutilidad, vacío o desesperanza, a veces vinculados a ideación suicida.

Las cifras hablan por sí solas: el 74% de los suicidios registrados en España en 2023 fueron cometidos por hombres. Este dato, además de alarmante, evidencia una necesidad urgente de prevención, detección temprana e intervención psicológica accesible y libre de estigmas.

La importancia del acompañamiento psicológico

El acompañamiento terapéutico puede ser una herramienta transformadora para muchos hombres que nunca han tenido la oportunidad de explorar su mundo emocional. Desde la psicología clínica, se trabajan aspectos como:

  • La reconexión emocional, ayudando al paciente a poner palabras a lo que siente.
  • El cuestionamiento de creencias disfuncionales ligadas al rol masculino.
  • El desarrollo de estrategias de autorregulación emocional (desde el enfoque cognitivo-conductual, humanista o integrativo).
  • El fortalecimiento de la autoestima y del sentido vital, clave en la prevención del suicidio.

Además, la alianza terapéutica se convierte en un espacio seguro donde el hombre puede sentirse comprendido sin juicio, lo que en muchos casos supone la primera experiencia de intimidad emocional genuina en su vida adulta.

Hacia una masculinidad más saludable

Promover una masculinidad conectada con las emociones no significa debilitar al hombre, sino ampliarle recursos. Se trata de despatologizar la sensibilidad y normalizar el pedir ayuda. Esto no solo mejora la salud mental individual, sino también el bienestar relacional y social.

Educar en inteligencia emocional desde edades tempranas, ofrecer modelos masculinos diversos y fomentar entornos de cuidado mutuo son pasos fundamentales para una transformación cultural necesaria.

Iniciativas como Movember o espacios como Bróders, donde adolescentes y hombres jóvenes comparten sus vivencias emocionales sin tabúes, son ejemplos esperanzadores. Esta nueva generación está comenzando a construir una masculinidad más libre, consciente y afectiva.

 

La salud mental no tiene género, pero el género sí influye en cómo se vive, se pide ayuda y se recibe atención. Visibilizar el malestar emocional masculino es una tarea ética, clínica y social que no puede esperar más.

 

Autor: Cristina Armero Amézaga

Psytel. Psicólogos Especialistas. Expertos en salud mental.

Somos uno de los principales centros de psicología de Madrid. Tenemos una gran variedad de áreas de intervención para ayuda psicológica en cualquier materia.

Aplicamos tratamientos científicamente validados que han demostrado su eficacia a lo largo de los años.

La psicoterapia que realizamos es una ayuda garantizada en la superación de los diferentes problemas y en la modificación de pensamientos o comportamientos disfuncionales.