Sí vales, aunque tú cabeza te diga que no, superar el síndrome de la impostora

¿Alguna vez has sentido que no mereces tus logros, que tu éxito es pura suerte o que, en cualquier momento, alguien descubrirá que no eres tan capaz como creen? Si es así, no estás sola. Este sentimiento tiene nombre: el síndrome de la impostora, una trampa mental que afecta a muchas mujeres, incluso a aquellas con gran talento y trayectoria. En este artículo, exploraremos qué es, por qué ocurre y, lo más importante, cómo enfrentarlo para recuperar la confianza en ti misma. ¡Sigue leyendo y descubre cómo liberarte de esta falsa creencia y superar el síndrome de la impostora!

 

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE LA IMPOSTORA?

 

El síndrome de la impostora es la dificultad para reconocer el propio éxito, a pesar de contar con logros y reconocimiento. Quienes lo padecen creen que su posición se debe a la suerte y no a su mérito, sintiéndose como impostores.

Este síndrome puede surgir de la autocrítica excesiva, la falta de autoestima y el miedo al fracaso, generando dudas constantes. La autoestima, clave para la confianza y la estabilidad emocional, juega un papel fundamental en su desarrollo, es por estas cosas que superar el síndrome de la impostora es muy importante para mejorar individualmente.

 

TIPOLOGÍAS DE SÍNDROME DE LA IMPOSTORA

 

Existen diferentes patrones o tipologías del síndrome de la impostora. Estas son algunas de ellas:

 

• La entregada:

• • • Se sacrifica por los demás, dejándose en segundo plano
    • Vive con miedo a decepcionar o fracasar.
    • Basa su identidad en el servicio a otros.

• La independiente

• • • Asume tareas y responsabilidades sin delegar en otros.
    • Ve pedir ayuda como un signo de debilidad.
    • Teme ser «desenmascarada» por colegas y le cuesta delegar.

• La superwoman

• • • Mide su valor por la cantidad de roles que asume exitosamente.
    • Se siente avergonzada si no cumple con todas sus obligaciones (madre, esposa, profesional, etc.).
    • Siente la presión de destacar en cada uno de sus papeles para sentirse competente.

• La superdotada

• • • Valora la rapidez y facilidad en el aprendizaje.
    • Quiere dominar completamente un tema o habilidad.
    • Si no triunfa de inmediato, se siente fracasada.
    • Tiene poca tolerancia a la frustración.

• La experta

• • • Siente la obligación de saberlo todo antes de actuar.
    • Busca tener un dominio completo del tema o situación.
    • No reconoce su experiencia y cree que siempre le falta conocimiento.

• La falsa confiada

• • • Muestra una confianza exagerada como mecanismo de defensa.
    • Busca demostrar independencia y éxito.
    • En realidad, esconde una gran necesidad de aprobación.

• La perfeccionista

• • Se enfoca en cada detalle y teme cometer errores.
  • Cualquier fallo, por mínimo que sea, le genera vergüenza.
  • Cree que sus logros son resultado de su esfuerzo, no de su capacidad.
  • Vive en un ciclo de exigencia, estrés y autoexigencia extrema.

 

POSIBLES CAUSAS

 

El síndrome de la impostora puede deberse tanto a causas personales como externas o contextuales:

 

1. Causas intrínsecas (internas)

• Falta de confianza en una misma.
• Exceso de autocrítica.
• Miedo al fracaso.

2. Causas extrínsecas (externas)

• Entorno percibido como hostil.
• Infancia marcada por la búsqueda de aprobación.
• Críticas duras, indiferencia o malos tratos.
• Estilos de apego emocional inseguros.
• Etiquetas familiares que afectan la autoestima y la autopercepción (“la inteligente”, “la amorosa”, etc.).
• Educación basada en la fragilidad y la sumisión femenina.
• Influencias históricas y culturales que refuerzan la inseguridad.

 

ESTRATEGIAS PARA COMBATIRLO

 

Algunas formas de luchar y superar el síndrome de la impostora pueden ser: 

 

1. Progreso paso a paso: entender que superar este síndrome es un proceso lento. Ser paciente y constante con los cambios.
2. Registro de logros: llevar un diario donde anotar éxitos y avances. Releerlo para reforzar la confianza y recordar capacidades.
3. Rodearse de buenas personas: buscar apoyo en mujeres inspiradoras y modelos a seguir. Construir un entorno positivo y motivador. 
4. Incorporar hábitos saludables: Adoptar rutinas que fortalezcan la confianza en una misma. (cuidar la alimentación, hacer ejercicio y ejercitar la mente.
5. Reprogramar el diálogo interno: cambiar las expresiones negativas por afirmaciones positivas hacia nosotras mismas. Transformar la percepción de una misma para mejorar la autoestima.
6. Pedir ayuda cuando sea necesario: buscar apoyo no es una debilidad. Si crees que necesitas ayuda psicológica, no dudes en pedirla. 

 

Recuerda, si has llegado hasta ahí, ¡es porque te lo mereces!

 

Autora: Andrea Blázquez Sánchez